sábado, 16 de abril de 2011

Fuerte y débil a la vez



La silueta de brillo metálico de la máquina de guerra se dibujaba contra la intensa luz que proyectaban los focos que tenía detrás. Para los cuatro que estaban al lado del enorme portón recién abierto el golpe de luz había sido cegador y ahora que volvían a ver no podían creer a sus ojos.

El hombre mecánico avanzó con pesados pasos y a medida que salía de la luz parecía aumentar de tamaño, impresionando aún más a la indefensa familia.

Cuando la poderosa pierna hidráulica salió del garaje levantó algo de polvo en el suelo y Ryo, sin pensarlo siquiera, apuntó con su arma a la máquina.

- Emm… ¿Hola?

Armand en todo momento había estado intentando manejar aquel cacharro para que se moviera ágil y no había estado muy atento al exterior. En la pantalla principal que tenía frente a la cara saltaron alarmas y símbolos rojos rodeando un objeto, la pistola.

La armadura se movió con inesperada rapidez al compás de zumbidos y deslizamientos maquinales. Su brazo izquierdo desplegó un accesorio plegado en el antebrazo, era una vara con una “U” en su extremo, la semiautomática voló de la mano de un estupefacto Ryo para encontrarse con las puntas de la “U”. Unos segundos después también un cuchillo de caza había abandonado su funda en los pantalones de Sofía y estaba retenido por el artefacto.

La tensión de la escena tenía a los adultos muy distraídos, así que Menut dio rienda suelta a su habitual (y tan natural) curiosidad juguetona y se separó de su hermana Kira.

El brazo derecho del exoesqueleto había desplegado dos ametralladoras rotatorias de múltiples tubos que giraban amenazantes y apuntaban a Ryo y Sofía.

Uno de los sensores indicó al ocupante del vehículo que algo se le movía por debajo, un animal pequeño. Abrió el visor en la panza de la armadura y vió a la niña que correteaba alrededor suyo. Las ametralladoras se detuvieron y volvieron a plegarse. Una trampilla se abrió liberando unos peldaños metálicos.

El hombre envuelto en una bata blanca de tela y un traje inmaculado que salió del engendro mecánico sorprendió a casi todos los presentes, no así a Menut, que le miraba divertida.

La pequeña se acercó a aquel extraño con descuidada simpatía y extendió su mano ofreciéndole una flor arrugada y marchita que conservaba un intenso tono azul.

Aunque nadie lo sabía era la primera vez que alguien regalaba algo a Armand y era también la primera vez que él devolvía una sonrisa.

1 comentario:

  1. Hey man! no tiene que ver con Menut&Armand - que, por cierto, se parece al lo de Frankenstein - o a la peli de la Hamer.... no recuerdo el nombre - Bueno, el caso es que te mando este linko de Zimerman en un microfilme que también se podría llamar anzuelo - para ver si te sirve para seguir dándole al Mono de Goma... "the whole world is my throne
    beyond here lies nothin'"

    http://www.youtube.com/watch?v=o19dqLET_us

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