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miércoles, 24 de octubre de 2012

La noche



Me hacen gracia los habitantes del día. Caminan cegados por la luz que les rodea. La brillante cubierta les impide ver la Verdad tras la verdad, ignorantes de la Realidad tras la realidad.

Yo vivo en la noche, en las sombras, en todo lo que es oscuro. He aprendido a hacer mis aliados los miedos primarios, nadie ve lo que no quiere ver. La obtusa humanidad mira a la negrura en que vivo, no consiguen apreciar nada, ningún detalle, así que piensan: “oscuridad, nada más.” Pero siempre hay más, aunque se nieguen a reconocer que pueda ser así, es por miedo a la Verdad que no lo hacen.

He vivido toda mi vida en los espacios habitables entre la luz y he aprendido como pasar de unos a otros sin quemarme. No es un camino fácil, pero hay una razón para buscar la iluminación por el camino opuesto. En conclusión todo lo opuesto es en último término la misma cosa.

Debo despedirme, se acerca el día, desaparezco hasta que regrese mi amada noche, mi cobijo.  Un consejo, habitante de la luz: Desconfía de quienes impiden que la luz te llene o la sombra te ahogue.

lunes, 15 de octubre de 2012

Contribución - Oktubre 2012


Otro oktubre… mírense… miren a su alrededor.

Ha pasado un año. Un año entero. ¿Es esto mejor?

Normalmente de un oktubre a otro la cosa cambia a mejor, crecemos
moral e intelectualmente, nos relacionamos con personas… ¿cómo dice?
¿qué no sabe lo que es el contacto humano? No me extraña. Si
pudiéramos nos meteríamos la cabeza por el culo para ver nuestro
intestino ya que es lo único que nos importa.

Nuestro intestino y el último corte de pelo del nuevo
futbolista-modelo-discapacitadomental que esté de moda.

Pero estoy generalizando. Seguramente si está leyendo esto no le
interesan cosas mundanas como el fútbol. Usted tirará más por los
mitos de Cthulhu y zarandajas de esas del coñazo de Howard Phillips.
Sí, tengo para todos, pero es que ustedes me lo ponen muy fácil, ni
siquiera se ponen de acuerdo en cómo se pronuncia…

Pero me estoy yendo del tema. Decía que nada ha cambiado, o si lo ha
hecho ha sido para peor. ¿Creían que en el año pasado estábamos en la
mierda? Una vez más miren a su alrededor y comprueben que la mierda
nos llega ya a la altura del pecho, incluso esas chicas tan monas de
cara pero irremediablemente bajitas la tienen a la altura de la boca y
están catando el delicioso sabor de una sociedad negra como el orto
del que esto escribe.

Dicen que los esquimales tienen unas treinta palabras para designar al
color blanco (aunque seguro que es puta mentira, maldita sabiduría
popular de palo, infección del conocimiento), no lo sé, el único
esquimal que conozco es Nanook, de su documental y de eso hace noventa
oktubres y ni siquiera era un documental de verdad, estaba todo
falseado, pero ahora los europeos en general y los PIGS (Portugal,
Italy, Greece, Spain) en particular podemos nombrar un montón de
negros. Antes creíamos que había uno solo, pero a medida que pasan los
días, las semanas, descubrimos tonalidades diferentes.

¿No es esto maravilloso? Encontrar la inspiración en el miedo, en la
incertidumbre, sacar lo mejor de nosotros cuando estamos en lo más
bajo cobra un nuevo sentido. Ahora puede significar sacarnos un óvulo
para ganar algo de dinero. Donar un puto óvulo para ganar dinero,
renunciar a una posibilidad de tener un hijo para ganar el puto euro
que nos falta para llegar a fin de mes.

Hijos por dinero… demagógicamente podría tirar por ahí, pero supongo
que muchos lo han hecho antes que yo. Pero da igual, quería centrarme
en lo que la actual situación puede hacer por nosotros.

Ahora estamos solos, nadie nos puede ayudar, nadie nos quiere ayudar.
¿Rescate para Spanien? ¿O para los bancos de Spanien? Olvidadlo, sólo
nosotros podemos salir de los treinta nombres que le podemos dar al
negro. Tiremos piedras, quememos contenedores, pateemos
antidisturbios, lo que sea para vislumbrar al menos un tono de gris,
no pido más.

Pero estoy pidiendo lo imposible ¿verdad?  Ustedes lo saben, yo lo sé,
incluso esos niños supuestamente quemados lo saben, el próximo oktubre
va a ser peor que este y el que viene peor aún.

Sólo nos queda intentar sacar nuestra cabeza del cacas y que la mierda
no se nos meta mucho en los ojos.

O no, no me hagan mucho caso, mi septiembre no fue muy bueno y este
oktubre no ha empezado mejor.

Tal vez no sea más que un amargado. Tal vez. Pero tal vez ustedes
puedan probar que me equivoco. ¿Cómo? ¿Que lo van a intentar? ¿Por
ustedes o por mí?

Dejen que me descojone un poco. Sus intentos son tan fútiles como los
míos para intentar descubrir las reglas del cricket. ¿Saben que esos
colgados se pueden tirar días con un partido? Intenten entender sus
normas si no son de ascendencia anglosajona… imposible.

Una pena este escrito… en realidad no va de nada en absoluto, me he
puesto a escribir sin ningún final a la vista y así me ha salido, en
mil direcciones a la vez pero siempre con la vista fija en el
deterioro de la sociedad, en el soma que consumimos incluso
voluntariamente… nos somatizamos voluntariamente ¿tan perdidos
estamos?

Sí, por supuesto.

Nos vemos el año que viene en el cuello de botella que es la vida.

jueves, 11 de octubre de 2012

¿Certeza?




Los rascacielos surgen entre parques salvajes, las enredaderas lo trepan todo, irrespetuosas, nada es verde, toda esa naturaleza esta muerta. El aire denso y neblinoso dispersa la luz, las formas distantes aparecen borrosas y podrían ser cualquier cosa.

El paseante no comprende, su barriada, su ciudad entera no es la que conoce, ha sido transformada en una pesadilla.

Encuentra otros transeúntes y cree poder pedirles guía, al acercarse huye lleno de horror. Todos tienen los parpados y los labios cosidos, las costras purulentas y el nauseabundo olor cerca de ellos le hacen vomitar.

Cuando recupera la visión empañada por las lágrimas el escenario ha cambiado. Enormes insectos, puede que escarabajos, amasan bolas de desechos, metal y cadáveres. Llevan sus paquetes a un enorme montón sobre el que se alza un trono, en él se sienta un hombre enloquecido atento a la recolección, riendo a carcajadas, tiene hambre porque come con ansia pedazos de carne arrancados de un brazo cercenado.

Al paseante no le cabe duda, su mente ya no funciona, esta loco sin vuelta atrás.

-        -   Toma, cógelo.

Tras un parpadeo todo es luz y superficies pulimentadas, un centro comercial. Caras felices o aburridas le rodean, en la coreografía de circulación de pasillo.

En su mano un rifle automático de asalto cargado, el paseante quita el seguro… 

miércoles, 10 de octubre de 2012

Feliz cumpleaños




Marina es una chica pequeña y triste. Por su encogimiento se adivinan y acrecentan ambas cosas. Toda su vida la ha pasado huyendo del dolor, encerrándose en lugares imaginarios creados en su mente.

El motivo: su padre. Desde que Marina tuvo uso de razón su padre abusó de ella de las formas más detestables, tanto más siendo su propia hija. La había pegado cada vez que su enfermizo cerebro así lo precisaba.

-          - Marina, tráeme otra cerveza –una bofetada.

-          - ¡Marina! Eres la cría más imbécil del mundo. ¡Te dije que ayudaras a tu madre a limpiar! – el sonido del cinturón desabrochándose.

-          - Eh… Eh Marina, soy Papa, despierta… - abalanzándose sobre ella en la cama, todo impregnado del olor a alcohol y sudor.


Había crecido así, callada, temerosa de cualquier sonido, reclusa en su propia casa, con su madre, estatua muda, como carcelera cómplice.

Cuanto más lejanos quedaban los doce años menos la pegaba y más la violaba, no le gustaba tocarla cuando estaba amoratada por los golpes y los abusos se centraron en la noche y la cama.


A los catorce años Marina era el ama de casa que su madre era incapaz de ser. Un día consiguió desatrancar la puerta del sótano, un lugar a donde sólo bajaba su padre, para meditar a solas. Limpió el polvo de las estanterías y los extraños libros que allí había y uno llamó su atención.
Era un libro lleno de símbolos que ella no conocía, igual que la lengua en que estaba escrito, no se dio cuenta, ensimismada por el descubrimiento, de que su padre había bajado allí también.

-         -  ¡Marina! ¡¿Qué haces?!

No pasó a verla en las noches de al menos dos semanas. En las que tampoco pudo ir al colegio.


En ocasiones, mientras su padre la violaba, ella rezaba a Dios pidiéndole que le curase de su enfermedad, que purgara ese mal de su cuerpo, le diera una oportunidad de mejorar en su trabajo en el taller, ganar más dinero, ser feliz y quizá pudiera ser el padre que debió ser. Nada cambió durante años.

Llegó su quince cumpleaños. Le hicieron muchos regalos y tuvo una gran tarta. Su padre había cambiado de trabajo, estaría más horas allí y ganaría más dinero, por primera vez le vio feliz y sonriente y dio gracias a Dios, su corazón estaba repleto de gratitud y alivio. 

Esa misma noche supo lo que iba a pasar en cuanto se abrió la puerta de su cuarto, los vapores del whisky lo anunciaban.

-         -  Marina cariño, feliz cumpleaños – se metió en la cama e introdujo su lengua agria y babosa en la boca de ella.

Las esperanzas de Marina murieron para siempre.


El año siguiente siguió casi igual. Con énfasis en el “casi”. Su padre estaba feliz y tenía dinero, eso solo quería decir que cuando volvía a casa estaba más borracho y pasaba más tiempo en la habitación de Marina. Para ella, la principal diferencia era que ya no rezaba a Dios, las historias de la Biblia sobre los justos y los mansos le parecían patrañas ahora. Había escogido rezarle al Demonio, al mal más oscuro que pudiera concebirse.

Pasaba noches sin dormir, deseando que simplemente se muriera, de algo natural y rápido, se conformaba con eso. Pero él simplemente medraba en todos los aspectos, incluso se daba más tiempo a si mismo pasando fines de semana enteros en el sótano, volviendo aún más relajado y sonriente. Ella cantaba mantras interiores a cualquier dios de la muerte que pudiese haber existido y el viejo cabrón no se moría.

El mal no parecía prestarle atención, así que la noche antes de su dieciséis cumpleaños esperaba a su padre sentada en la cama, abrazada a sus rodillas, con un cuchillo escondido en la manga del pijama, esa noche le mataría.

Entonces vio un coche negro con cristales ahumados aparcar frente a su casa, de él bajaron dos hombres muy altos, también vestidos de negro, trajes muy elegantes, gafas de sol y sombreros de gánster. Su padre salió a recibirlos, como si los esperara, oyó la conversación amortiguada por los cristales de su ventana, parecía como si su padre intentara negociar con ellos, los hombres de negro se rieron y abriéndole la puerta trasera del coche le llevaron adentro, él se volvió hacia la casa y cruzó la mirada con Marina.

En los ojos de él un grito de auxilio, en los de ella frialdad glaciar.

La puerta del coche se cerró y el hombre de negro que quedaba se dirigió a la puerta del conductor, la abrió y se paró un momento, miro directamente a Marina y le sonrió, hizo un gentil gesto inclinando el ala de su sombrero con la mano, entro en el coche y se marcharon.

Era… como si ese hombre lo supiera todo. No, lo sabía todo. Cada centímetro de piel de la niña le decía que estaban allí por ella.


Al día siguiente bajó al salón, volvía a haber una tarta con dos velas para el número dieciséis pinchadas encima. Su madre estaba hecha un desastre, tenía ojeras y estaba envejecida.

-         -  Feliz cumpleaños – dijo con un hilo de voz.

Marina sacó su cuchillo y con la mayor sonrisa de toda su vida partió de dos tajos una porción de tarta.

lunes, 1 de octubre de 2012

Oktubre, parte dos, remake (kultesqueando)




 ¡Madre! ¡Que de polvo! (Cof cof,  Atjó atjó) ¿Hace cuanto no se pasa a limpiar esa cosa cornuda que tenemos en el sótano? Ah, que no le damos de comer hace un año y está más seca que la vena creativa del tío que escribía esto, ok…

Vale, esta vez va en serio. Ya sé que soy un espíritu del inframundo poco fiable, pero esta vez es de verdad. Oktubre ha vuelto, rejuvenecido, mas limpio, mejor.

¿Desea usted liberar frustraciones hablando de los oscuros recovecos de su mente? Cédanos su material, se lo publicaremos de inmediato, con la condición habitual… Ha de pasar el filtro kultesco (información adicional en el post “Kult”, con la etiqueta “kultesco”).

Preparaos almas del elíseo, porque este año, aporte alguien material o no, el purgatorio se llenara de sangre, almas y kultescadas.

lunes, 3 de octubre de 2011

Oktubre, segunda parte



Si, igual que en las malas sagas del cine. Oktubre vuelve. El mes kultesco empieza y espero de mi fiel audiencia (venga Perce sé que estas por ahí) algunas aportaciones.

¿Cómo? ¿Dices que no sabes de que va todo este asunto del Oktubre kultesco? La verdad, no me extraña, por suerte para ambos, dadas mis pocas ganas de explicarlo de nuevo, existe información de sobra en forma de relatos, mini relatos y alguna cosa más en las entradas anteriores del blog bajo la etiqueta "kultesco"(ahí a la derecha).

El año pasado las aportaciones fueron un magnifico relato de Adri (que todavía me provoca pesadillas) y un corto de esa inagotable factoría que es Jota Parro (muy recomendable). Si quieres unirte a ellos y este humilde espíritu del inframundo manda cualquier cosa que se te antoje kultesca durante este mes.

¡Oferta limitada! ¡Vamos gente que se acaba!

domingo, 24 de octubre de 2010

El camino hacia Metrópolis - V



Los cementerios son tranquilos, pero no lo suficiente. Ir allí puede requerir darse prisa y acabar huyendo.

Esa puerta no se puede abrir, contiene cosmos. Sin todas las llaves ni se puede ni se debe intentar.

No son columnas, tampoco efectos de los alucinógenos. Son los palacios como eran antes, antes de que olvidáramos incluso eso.

sábado, 23 de octubre de 2010

El camino hacia Metrópolis - IV



Hay estatuas viejas y manchadas de hollín y excrementos de paloma. Plazas imponentes, palacetes urbanos de fuera del tiempo, rascacielos que forman barrios punteros, todo integrado y escondido, para quien no sabe donde buscar.

Una escalerilla de emergencia lleva al paraíso, flanqueada de peligros atractivos. La humanidad brilla por su ausencia y los tanques han tomando las calles.

viernes, 22 de octubre de 2010

Cuestión de envidia



Jean Theroux fue un envidioso toda su vida.

Tenía envidia de los otros niños, tenía envidia de las niñas, tenía envidia de los gatos y hasta del Sol tenía envidia.

Tenía once años y era un chico solitario pero le encantaba ir al taller de su vecino Simon-Rene.

Había un montón de herramientas que podían construir cualquier cosa.

Tenía envidia de las herramientas.

También tenía envidia del hijo de Simon-Rene, Louis.

Louis tenía tres años y todo el mundo pensaba que era un pequeño ángel. Las señoras mayores paraban a su madre para cantar las alabanzas del niño y darle un dulce o incluso una reluciente moneda de un franco, lo cual, pensaba Jean, era bastante estúpido ¿para qué quería un niño de tres años una reluciente moneda de un franco?

Las señoras mayores nunca paraban a la Señora Theroux para decirle lo guapo que era su hijo. Ni siquiera cuando era un bebé.

Un día, estando en taller a solas con Louis se le ocurrió que igual a las señoras mayores no les gustaba tanto Louis si era tuerto, así que cogió un punzón y se lo clavó en el ojo izquierdo.

Tal vez lo hizo con demasiado entusiasmo.

Louis pegó tales berridos que se oyeron por todo Coupvray. Jean no envidió a Louis en ese momento, lo que hizo fue salir corriendo a su casa a esconderse debajo de su cama.

Ahí abajo, a salvo, oyó cierto revuelo en su casa y cómo sus padres le llamaban. Al poco rato sintió unos pasos que se acercaban y la cama fue arrancada de cuajo. Su padre le miró severamente y le dio una bofetada que le saltó un diente. Luego aplicó su cinturón contra el culo de Jean. No pudo sentarse en dos días.

Respecto a Louis, perdió el ojo izquierdo y debido a la infección perdió también el derecho.

Ahora las señoras paraban aún más a la madre de Louis y a él le daban aún más dulces y aún más francos.

Jean tuvo envidia de eso.

Pasaron unos años y la familia de Louis se trasladó a París. Jean, mientras tanto se quedó en Coupvray, empleado en el taller de monsieur Javel como aprendiz.

Jean nunca había estado en París aunque estaba bastante cerca. Tenía mucha envidia de Louis, de todo lo que podría ver y oír en la capital. Mejor dicho, tenía envidia de lo que podría oír.

A pesar de su profunda envidia también desarrolló algo que podría llamarse sentimiento de culpa y en sus ratos libres inventó un sistema de lectura para ciegos. Se trataba de un intrincado sistema de líneas y aspas en relieve sobre un papel de alto gramaje. Cada combinación de líneas se correspondía con una letra del abecedario. Pero no sólo letras, también se podían representar números, la mayoría de los signos de puntuación e incluso algunas letras griegas.

Se pasó años desarrollando la máquina que grababa esos símbolos en papel en sus ratos libres y por fin, el 25 de marzo de 1825, el día que cumplía 24 años, fue a París a enseñar a todos su gran invento, pero en especial a Louis.
Para su gran demostración 'imprimió' toda la relación de letras y símbolos y el libro del Génesis.

París le dejó sin habla, pero se dirigió directamente al Instituto Nacional para Jóvenes Ciegos, donde sabía que se encontraba Louis. Ya habría momento más que de sobra para visitar la ciudad de la luz, tiempo más que de sobra para entrar en todos los cafés y tiempo más que de sobra para pasear por los bulevares para que la gente le señalara y dijera admirada 'mirad, es Jean Theroux, ése que ha hecho tanto bien a la humanidad'

Con esas ensoñaciones llegó al Instituto en medio de una gran algarabía. Había mucha gente, pero tanto mejor, así más parisinos sabrían de su éxito. Era un edificio grande, con una estatua de su fundador Valentin Haüy (muerto unos años atrás) en la entrada. Se encontraba, por cierto, en el Bulevar de los Inválidos, una calle de lo más apropiada.

Parecía que había una reunión de alguna clase, ya que todo el mundo pasaba al auditorio del centro. Jean se dejó llevar, 'qué de público voy a tener', pensaba. Tomó asiento en una de las últimas filas expectante del momento en el que saltar y hacer su anuncio.

Pasado diez minutos entraron tres figuras que se fueron directas al estrado y a una de ellas la reconoció enseguida, era el joven Louis. Uno de los otros empezó a hablar:

- Gracias a todos por venir. Como ya sabrán les hemos convocado para mostrarles algo que, estoy seguro, va a revolucionar el mundo. Se trata de un invento en principio ideado por monsieur Barbier (aquí a mi derecha) pero revisado y desarrollado por este joven genio de mi izquierda, Louis Braille. -tímidos aplausos - Como decía, el joven genio ha ideado un método de escritura para ciegos basado en puntos en relieve. Son seis puntos que variando su posición corresponden a una letra en particular. Gracias a este sistema los ciegos podrán leer sin necesidad de ser asistidos por nadie -aplausos generalizados- Antes sólo podían leer con letras en relieve, lo que era muy lento y fatigoso para los invidentes, ahora podrán leer con una velocidad similar a la de los videntes. Hemos llamado a este sistema 'Alfabeto Braille' -aplausos entusiastas-.

Jean no se lo podía creer. Estaba blanco como la cera.

- Y ahora -continuó el ponente- vamos a proceder a la demostración práctica. Louis, por favor.

Louis empezó a leer algo que quizás fuera el Génesis o tal vez fuera la imaginación de Jean. Se desató la algarabía, aplausos tremendamente entusiastas, gente vitoreando, mujeres llorando. No, Jean no podía ni quería escuchar la voz de Louis. Se levantó violentamente de su butaca (en una acción mal entendida ya que originó que todos los que aplaudían se levantaran a su vez de sus butacas y aplaudieran con aún más fuerza) y deambuló sin sentido por el edificio vacío para protegerse del estruendoso éxito de su envidiado.

Por azar entró en lo que resultó ser un aula donde había un niño ciego de siete u ocho años jugando con unos cubos de madera. Este niño pronto dejaría de jugar con cubos y empezaría a leer con el sistema Braille.

La envidia mataba a Jean, sentía cómo la bilis le subía por la garganta. Necesitaba algo con lo que aliviarse y el caso es que ese niño le recordaba tanto a Louis de pequeño...

- Oiga, joven.
- Dígame señor.
- ¿Has oído hablar del alfabeto Braille?
- Claro señor. Pronto podré leer por mi mismo. Louis es un genio, tiene que serlo para inventar algo así.

Envidia. Envidia. Venganza. Sacó su navaja.

- ¿Y crees que vas a poder leer tú solito?
- Claro señor.
- No, no lo creo.

Y

uno

a

uno

le

cercenó

todos

los

dedos.



¿Epílogo?

Jean Theroux fue un envidioso toda su vida.

Quiso ser inventor, incluso estuvo a punto de conseguirlo, se le adelantaron por poco.

Desde ese momento su envidia creció exponencialmente.

Por lo menos inventó algo por lo que se le recuerda.

Es el siguiente chiste:

'Un ciego coge un rallador de queso y dice '¿Pero quién coño ha escrito esta gilipollez?''


(La autoria es de Adri, igual que este blog: http://likeaparasite.blogspot.com/ Lugar donde residen otras creaciones de este insigne seguidor de sangre y almas.)

Aportaciones



Y en este primer Oktubre de nuestra vida, tenemos un relato enviado por Adri que ha hecho las delicias de mis peores instintos kultescos. Algo que agradezco profundamente, dada la calidad.

Llamo también la atención sobre el enlace publicado por Deepmirrors en la entrada “Oktubre”. Kurt Cobain contra el pulpo radiaktivo ( http://vimeo.com/68852 ), un corto kultesco y cómico. Lo siniestro puede arrancar esas risillas inquietas que adoramos.

Kult



Kult es un juego de rol editado en España a finales de 1994.

Se ambienta en nuestra propia realidad, principalmente en las grandes ciudades de finales del siglo XX.

Las primeras palabras que leí en un manual de Kult resumen bastante bien su esencia principal: “La realidad es una mentira. El mundo que vemos en torno nuestro no es sino la fachada que oculta una realidad mayor y más escalofriante. Nuestros sentidos no están lo bastante desarrollados como para percibir el mundo verdadero.”

La realidad de la que habla, es la nuestra. Una cárcel que encierra a la humanidad tras muros imperceptibles, al menos por la mayoría, los más cuerdos, otros pueden intuir partes de la realidad verdadera, ellos son los desequilibrados mentalmente, les llamamos locos.

Los personajes de Kult, se enfrentan a los carceleros que intentan que los secretos sigan siendo secretos. Todo en Kult es conspiranoia, falsas verdades y caminos engañosos.

Los puestos importantes del mundo están ocupados por seres viles (eso ya lo sabiamos :) ), en este caso suelen ser los sirvientes del Demiurgo, quien encerró a la humanidad en esta realidad y nos hizo olvidar, cada vez que morimos, olvidamos y volvemos a la rueda, para nunca acabar y que la verdad siga oculta.

Esa verdad es que los humanos somos dioses, pero lo hemos olvidado, el Demiurgo pudo ser uno de nuestros iguales, una criatura de otra realidad, nadie lo sabe, pero hace tiempo que desapareció y su cárcel, la “maquina” que nos mantiene encerrados y ciegos, comienza a desmoronarse, lo llaman “el ultimo ciclo”.

Otras partes de la realidad en Kult son los infiernos, donde algunas almas han de ir para sufrir castigos en purgatorios que borren sus recuerdos, lo irónico es que van allí porque sienten que deben hacerlo y su culpa atrae a criaturas que las llevan.

También esta el laberinto, que separaba antiguamente las diferentes partes de la realidad, pero con el desmoronamiento de la maquina es solo una parte fracturada e incomprensible más.

Y Metrópolis, la ciudad original, de donde proviene la humanidad y donde se encuentran los palacios de los principales sirvientes del Demiurgo, los jefes de los carceleros. Metrópolis es una ciudad de caos y locura, es una amalgama de nuestras principales ciudades y se fusiona con ellas.

Allí donde las tensiones emocionales se acumulan, donde la humanidad sufre, como los barrios bajos por ejemplo, nuestra realidad se fractura y se funde con Metrópolis, mezclándose así con la realidad verdadera, exenta de las falsas reglas del Demiurgo como son tiempo, espacio, vida, muerte, recuerdos, sentidos, sociedad…

Es sin duda mi ambientación preferida en juegos de rol desde hace un tiempo y un cristal ahumado muy interesante a través del que mirar películas y series o la vida misma.

Para más información sobre la comunidad kultesca en activo:

The Last Cycle - El mayor punto de reunión en internet sobre TODO lo que tenga algo que ver con kult.

http://www.kult-rpg.com/forum/

Espiral Onirica - Pagina en español sobre kult y principal foro en activo de habla hispana.

http://www.espiralonirica.com/

domingo, 17 de octubre de 2010

El camino hacia Metrópolis - III



Algunos lugares tienen la ruina como patrón y el escombro como materia prima. Un polvo arenoso lo cubre todo resultando poético.

Si algo se mueve y no eres tu, escóndete.

En otros sitios la privacidad es molesta, aquí vital. La paranoia conlleva percibir la realidad a un nivel superior.

viernes, 15 de octubre de 2010

Perfección transparente



Te lo digo en serio, ya casi ni me acuerdo. Pero te contare mi historia, no tengo nada mejor que hacer.

Hace unos años empecé a experimentar con el ácido, abría mi mente a nuevas dimensiones, llenas de belleza. Pasaba los días entre vapores plásticos y mis noches eran un festival de colores con sabor y sonidos calientes o fríos.

Una de esas noches vi a una chica, su rostro perfecto sobresalía entre los demás y su imagen se me grabo a fuego en la memoria. Al día siguiente ya estaba obsesionado.

Fui a buscarla y no me fue difícil convencerla de que me interesaba su interior, siempre se me dio bien mentir. La llevé a mi casa, donde me confesó que buscaba un amor perdurable, sabía que la belleza no le duraría siempre. En mi estado alucinado me espantó la idea, así que apreté su cuello hasta asfixiarla y arrastrado por la obsesión la llevé a mi trabajo.

Estar tumbada desnuda y la luz de los fluorescentes le daba un aura artificial que me maravilló. Sin dudarlo la bañe en metacrilato, decidido a preservarla eternamente bella y perfecta.

La trasladé al sótano y bajaba a verla cada día, observando sus preciosos rasgos, mi Mona Lisa particular.

Pero la obsesión no desapareció.

Mis viajes a lomos del caballo lisérgico solo acrecentaron mi fijación por la belleza inmutable y algunas voces en mi cabeza me animaban a ampliar el museo.

Poco tiempo después ya era algo metódico: observar, cazar, preservar. La colección alcanzó las nueve integrantes. Podía pasarme horas mirándolas, respirando el aire alrededor de sus perfectos envoltorios eternos.

Los periódicos ya hablaban de un “enfermo”, un “animal sanguinario”, pero yo no buscaba sangre ni muerte, solo contradecir la realidad.



Recorrí la ciudad retorciéndome de insatisfacción, sin saber el qué saciaría mi hambre. Entonces la encontré, un rostro delicado y joven, que despertó las sensaciones de la primera vez.

Estaba allí macerando mi ácido estado, visionando el alivio definitivo, una chica de diez, genial ironía para completar mi decena, cuando advertí que un hombre me escrutaba. Comenzó a acercarse de manera inquietante, muy sereno.

Su expresión no decía nada, pero su forma de caminar, certera, sin pausa, testimoniaba su seguridad. Era un depredador, igual que yo.

- Hola – sus palabras sonaban claras a través de la música estridente y las luces de colores.
- Hola.
- Debes parar.
- No entiendo…
- Si, lo entiendes. No puedes intentar romper la ilusión del tiempo o tendrá... consecuencias – sus ojos oscuros se agitaron.
- ¿Qué consecuencias?
- Llamaras la atención, ya lo estas haciendo. Ni yo ni otros queremos que esta parte de la ciudad vuelva a ser tan interesante.
- Si no apoyáis mi búsqueda de la belleza es que no compartimos objetivos – no se qué sinceridad me impulsó a decir esto.
- Ya lo comprenderás cuando sea demasiado tarde - sentenció sombrío.

Se volvió, desapareciendo entre la multitud con la misma decisión que la atravesó la primera vez, se deslizó de vuelta a las sombras como si estuviera hecho de ellas.

Desoí su consejo y aceché a aquel ángel terrenal dos días completos, sin acudir siquiera al trabajo, arrastrado por una idea fija, espoleado por imágenes que solo una lamina de cristal podía conservar.



Mis manos se agarrotaban por la emoción mientras apretaba el paño empapado en cloroformo contra sus preciosos labios. El plástico de la vida eterna se derramó sobre su delicada silueta y la noche alargó para siempre su duración.

Ahora el sótano tenía una disposición similar a un templo, con mí última joya gobernando el centro como altar. Las amaba, era el único amor verdadero que podía sentirse, adoración.

Los golpes que imaginaba en mi cabeza resultaron estar más cerca. No dentro de mi cabeza, sino sobre ella, registraban la casa, buscándome.

Escapé, pero no sabía a donde. La ciudad parecía eterna y desconocida, salida de un sueño, amalgamada con otras, familiar y nunca vista a la vez.

Corrí por un borrón de callejones hasta llegar a mi trabajo. Siendo de noche estaba cerrado y me pareció un buen escondite. Contradiciendo mis pensamientos, esperándome allí, estaba un ser repugnante.

Debió ser un hombre, pero hacia mucho que no lo era. La piel había sido arrancada, dejando los músculos y los dientes amarillentos al aire, todo cubierto de costras secas. Su “ropa” eran tiras de cuero cosidas a su cuerpo desollado. Al mirarme directamente reconocí sus ojos.

- Te dije que pararas.

Me bendijo con algo que sabia que apreciaría, me emparedó para la eternidad bajo mi lugar de trabajo, pero me castigó sin sentidos, solo intermitencias breves de aquel lugar que ya conocía de sobra y era sucio y monótono. La lejanía de la belleza, de cualquiera, me atormentaría para siempre.

Ahora me conformo con contarle mi historia a otras almas atrapadas en este infierno de la realidad, a otros que ya perciben demasiado.

¿Oye? ¿Sigues ahí?

jueves, 14 de octubre de 2010

El camino hacia Metrópolis - II



La precipitación es tan gris como la superficie sobre la que cae. Desparrama su carga con la monotonía con que las estructuras debajo atrapan a quienes cobijan.

La saturación y la toxicidad del ambiente se disipan a veces en las corrientes calientes de la tarde. El aire resultante, aunque contaminado, está tan limpio en comparación que es imposible asociarlo al entorno que se ve mientras se respira.

La lluvia gris lo barre todo a un lugar secreto, las entrañas de la Tierra. Allí solo hay negrura, para los curiosos más negrura mezclada con horror y locura cuanto más se descienda.

El camino hacia Metrópolis - I



Era el último cartucho. Las sombras alargadas de los edificios del centro de la ciudad se proyectaban alrededor.

Cambiaba continuamente para ser de nuevo una calle que ya se conoce. Las bisagras chirriaban, los cerrojos saltaban, el arma estaba cargada.

Vestigios de un futuro que no había llegado, ruinas de la modernidad, capillas y parroquias urbanas, todo escondía su verdadera forma y la de quienes acechaban adentro.

Cartucho humeante, tripas desparramadas, formas desmoronadas. El camino hacia el interior se había aclarado.

lunes, 4 de octubre de 2010

Oktubre



Digo bien, Oktubre con k de kultesco.

Este purgatorio hecho de sangre y almas va a vivir un mes de octubre diferente, por ser el primero en la vida de este lugar de fecundidad irregular y también por lo poco especial que es normalmente este periodo.

En Alemania, en la región amiga de Baviera sobre todo, le tienen cariño a octubre. Pero aquí en España los periodos importantes los marcan los días de fiesta que las empresas y nuestro gobierno acuerdan darnos y los clásicos cambios meteorológicos propios de cada estación.

Octubre era un mes triste, sin ser la vuelta a casa de septiembre y demasiado pronto para pensar en la navidad. Pero va a renacer como oktubre, mes kultesco.

Kultesco es un adjetivo que podría significar: belleza inquietante y oscura. Y este oktubre ira dedicado a lo que encaje en esa definición.

Yo por mi parte tendré textos sueltos como siempre (pero este mes mas a menudo, lo prometo) y además cualquier aportación sera bienvenida (aunque la esperanza es escasa), textos, opiniones, imágenes o lo que sea, solo este mes, oferta por tiempo limitado. Solo pido que si se aporta material, sea kultesco.