martes, 9 de febrero de 2010

Jubilación



José Luis trabaja como portero y jardinero de un edificio del barrio madrileño de Chamartín. Es esta una finca con cierta edad, como su cuidador, en los años setenta molaba, también en eso se parecen.

Pese a la edad, es un edificio de apartamentos de lo que en su día denominaban “gente bien”. Las necesidades de mantenimiento y limpieza son por tanto exigentes, para mantener la imagen de modernez, ya retro.

En el trabajo de un encargado de mantenimiento como este se pueden realizar la mayoría de las tareas en unas horas, normalmente las primeras horas de la mañana. José Luis lleva ya diez años haciéndolo, desde que a los cuarenta se separara.

Su vida había sido convulsa hasta esa época. Pasando de chapuzas a mecánico y electricista entre los dieciséis y los veinticuatro, cogió sus ahorros y montó unos ultramarinos, dos años más tarde traspasó el negocio y se fue a vivir a Brasil.

Estando en Brasil, donde no le iba mal, un coche invadió el carril por el que circulaba el coche de José Luis y su mujer, ella salió intacta, el sufrió graves lesiones de espalda y tuvo que volver a España, donde gastó sus ahorros otra vez, en curarse.

Cuatro largos años después estaba casi recuperado. La adicción a los analgésicos causada por su enfermedad agrió su carácter, su mujer le dejó. Al poco empezó a pensar en reconstruir su vida y consiguió un trabajo tranquilo, de encargado de mantenimiento de un edificio.

Ahora vive tranquilo, aunque cansado, por sus lesiones del pasado. Está algo más envejecido de lo que debiera para sus cincuenta y pocos.

Cuando tiene una noche dura, tras un largo día, piensa en los diez años y pico que le quedan para jubilarse y le agota la idea, se bebe un par de cervezas y se duerme viendo la tele cuando acaba el informativo de las nueve de la noche.

En una noche relajada, se sienta en su sillón, que masajea su espalda cansada y se queda “frito” sin más.

Hace poco no se quedo dormido ni aún tragándose cuatro cervezas, al parecer su jubilación iba a alargarse hasta los 67…

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