lunes, 30 de agosto de 2010

Bufff



Se podría decir que el verano es un tiempo que destruye el animo de trabajo de las personas, desde luego yo puedo decirlo porque a mi me pasa. He intentado seguir purgándome, escribir un gélido relato de la bienvenida que el pueblo de Arboleda a buen seguro le va a dar a Urlen y Dindan y en mi imaginación los glaciares del relato se derriten por el calor que me rodea y ahogan a todo el mundo.

La suma de calor y vacaciones hace que me den ganas de estar todo el día haciendo nada, aunque en mi cabeza se muevan lugares y personas y se escriban nuevas historias que merecen ser contadas. Pero eso pasa en segundo plano, la imagen que reina es la de un bosque agitado con el viento moviéndolo, convirtiéndolo en un mar de verdes y rojos Desde que lo vi se ha anclado a mi cortex visual y cuando cierro los ojos lo veo y respiro...

El verano es el tiempo en que se secan los torrentes, pero llegará el otoño y volverá el agua a alimentar el cauce, hasta entonces saludos desde ninguna parte.

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